La web (que a diferencia de la anterior, es completamente responsiva) se renovó por completo, simplificando el proceso de interacción con el usuario, que dispone de una barra lateral de menú que se muestra siempre. Se eliminaron también todos los elementos duplicados, se maquetó todo el contenido en cuatro columnas, y se empleó Poppins como fuente web, por su parecido con Century Gothic. Se incluyó, además, una agenda de conciertos totalmente interactiva.
La identidad visual del director de orquesta fue renovada por completo, con un logo que, basado en el original, explotaba la idea de integración entre la identidad y la profesión. Para el logotipo se escogió Century Gothic, permitiendo así una composición inmediata del nombre en cualquier soporte cuando no se dispusiera de los materiales originales.
La última parte del trabajo con Óliver Díaz fue el diseño de un plan de comunicación a medida, potenciando su imagen dentro del sector y aprovechando su amplia carrera como principal reclamo. El segundo paso será trascender la prensa especializada para alcanzar la de corte generalista, haciendo crecer la imagen del artista para convertirla en un foco de atracción de público por sí sola.
February 22, 2016